El fin de la prensa, tal como la conocemos (Promotion)

| martes, 28 de abril de 2009
Cada vez más lectores se pasan de las páginas impresas a internet. Este es sólo otro dato que se suma al cúmulo de pruebas que certifican la muerte de la prensa. Pero más que una muerte, puede que lo que experimente el medio impreso sea una transformación. La causa, según los expertos, un modelo de negocio desfasado.

En E.E.U.U por primera vez en la historia, hay más estadounidenses que se informan en internet que en medios impresos, según el último informe anual de medios de comunicación en Estados Unidos realizado por el instituto de estudios de mercado Pew.

El número de estadounidenses que visita regularmente alguno de los 50 principales sitios web informativos se ha incrementado un 24%. En cambio, la tirada de los diarios de aquel país se ha reducido un 4,6% durante 2008, afirma el estudio. Este será el peor año para la prensa, según el análisis de Pew.

Esta caída de los medios impresos se ve acompañada por el abandono del medio por parte de los anunciantes, mucho más acelerado que la fuga de lectores: los periódicos de Estados Unidos perderán en 2009 hasta el 16% de las inversiones que reciben, según las previsiones del grupo de inversión Veronis Suhler Stevenson (VSS), con lo que se convierte en el medio más afectado por la crisis publicitaria. Otras fuentes reafirman que la publicidad impresa se está hundiendo más rápido que el mercado de lectores de medios impresos.

Los ingresos publicitarios se han reducido un 25% y este descenso se acelera, pero la venta de diarios y prensa no desciende tan deprisa: en las últimas dos décadas, la cifra de ejemplares diarios vendidos ha caído de 62 millones a 42 millones, según datos de Nielsen Online.

Se pronostica que el 95% de los medios escritos de información local desaparecerán en Estados Unidos y que sólo los grandes medios sobrevivirán una crisis que determinará la existencia de un panorama mediático muy polarizado.

Las dificultades que atraviesa la prensa hacen que este medio tenga que acelerar su cambio de modelo de negocio, puesto en cuestión desde la aparición de internet. El medio impreso no va a desaparecer, porque se lee más cómodamente el texto en papel que en una pantalla. Pero el calificativo impreso va a significar cada vez más que el usuario haga clic en el botón Imprimir cuando decida que algo le interesa, en lugar de llevarse a casa los volúmenes de papel de asuntos considerados interesantes por la editorial.

En España, tanto el grupo Zeta como Vocento apostaron por recurrir a grandes expedientes de regulación de empleo, que generan cientos de despidos en las plantillas. También Prisa y Unidad Editorial han recurrido a estas y otras estrategias para reducir costes.

La recesión y el uso cada vez más frecuente de internet como fuente de información deja a las editoriales cada vez menos tiempo para desarrollar un nuevo modelo de negocio y asegurar su futuro económico. Los intentos de las editoriales de amortiguar sus pérdidas con internet se han convertido en un empeño desesperado.

Las editoriales aun no han encontrado un modelo que les permita dominar la crisis y se mantienen con un modelo de negocio del siglo pasado. Para ganar dinero con noticias, la publicidad tradicional solo va a poder cubrir una parte de los costes del periodismo de calidad. Pero, aun así, creo que es exagerado hablar de la muerte del periodismo tradicional. Para muchas editoriales, el futuro está en internet y ya están experimentando en el medio.

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