La comunicación y el funcionalismo

| domingo, 8 de marzo de 2009
Donde con mayor fuerza se manifiesta la función sociolizadora de la comunicación de masas, y donde más patentes pueden resultar sus efectos distorsionadores, es en la infancia. Los niños tienen un contacto muy limitado con su entorno, y los mass media son una fuente primordial de conocimiento para ellos, un caso concreto es la televisión que desempeña una funciones básicas en relación con la socialización infantil porque presentan conductas que pueden imitarse y proporciona imágenes capaces de desencandenar determinadas acciones.

La trascendencia de este hecho radica en que el discurso mediático no sólo no se ajusta a la realidad, lo que puede considerarse una disfunción menor, sino que difunde contenidos peligrosos desde el punto de vista formativo, materiales que pueden deformar la percepción que de la sociedad tiene el individuo y afectar negativamente su conducta.

El principal problema en este sentido tiene que ver con la violencia en los mass media. abundan las denuncias sobre el excesivo número de escenas violentas que las cadenas de televisión difunden en el horario infantil, y hay estudios que lo demuestran. En Estados Unidos, por ejemplo, ocho de cada diez programas emitidos en horarios de máxima audiencia incluyen actos violentos, y en cada hora de programación aparecen como promedio cinco o seis agresiones, un índice que aumenta de modo condiderable en la franja infantil.

No se trata, en cualquier caso, de adoptar posturas exageradas en relación con los efectos de la comunicación de masas. Los medios cumplen un papel socializador importante, pero es justo reconocer que el entorno social (familia, escuela. círculo de amigos) y la propia disposición psicológica de los sujetos receptores tienen una importancia primordial al menos, en el terreno de la violencia televisiva.

El efecto de los mass media no resulta por lo general determinante en la formación del del público infantil o juvenil, aunque es innegable que desempeñan un destacado papel en el proceso de adquisición de conocimientos y valores sociales que el individuo experimenta durante sus primeros años de vida.

Para impedir el influjo negativo de la comunicación de masas, la labor fundamental de los padres y los educadores debe ser la de impedir la unilateralidad de los mensajes mediáticos, dialogando sobre sus contenidos, discutiéndolos. Para ellos es necesario, en primer lugar, integrar los medios en el contexto educativo, convertiendo el alumno en un comunicado - emisor y receptor - inteligente y critíco; y en segundo lugar, dotarlos de contenido educativo adecuado.

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