Con la Iglesia se toparon

| domingo, 24 de mayo de 2009


La marca Marithé & François Girbaud lanzó esta grafica para anunciar el lanzamiento de su línea de ropa para Primavera del 2005. Puede que al ver la fecha se crea que se trata de un anuncio desfasado, pero más allá de su antigüedad estamos ante un anuncio que en su momento creó una gran controversia y un enfrentamiento entre la firma de ropa y el vaticano.

La campaña se lanzó como un homenaje al gran maestro Leonardo Da Vinci y en concreto a su archiconocida obra: “La última cena”. Asimismo la marca francesa pretendía proponía una visión alternativa del mundo, lejos del actual mundo dominado por los hombres y en el que las mujeres tienen que luchar día a día para conseguir igualar sus derechos.

La Iglesia se sintió ofendida por esta grafica que sustituía a los apóstoles y a Jesús por modelos femeninas y un modelo masculino en la posición de Juan. Posiblemente esta campaña no hubiese connotado significados tan negativos para la Iglesia sino hubiese coincidido con el boom del best-seller de Dan Brown, “El Código Da Vinci”, libro que apoya la teoría de la presencia de María Magdalena encubierta bajo la presencia del apóstol Juan en “La última Cena” de Leonardo Da Vinci.

El Vaticano tachó de burla al cristianismo esta campaña de publicidad debido a que utilizaba los símbolos de esta religión de manera libre y a que se burla las creencias todos los creyentes. Personalmente creo que la Iglesia, cuya posición se cuestionaba en esos momentos, se topó con un mundo dividido entre aquellos que seguían sus interpretaciones al pie de la letra y aquellos que cuestionaban el significado y origen de todo su patrimonio. Estos últimos huían de las interpretaciones comúnmente aceptadas (significados denotados) y tenían su propia connotación de los hechos incitada por la inquietud que creó la obra de Dam Brown.

Estamos ante un claro caso de cómo el contexto puede afectar y afecta a la interpretación de los hechos pues posiblemente sin el boom de “El Código Da Vinci” la Iglesia no hubiese reaccionado tan radicalmente ante esta campaña de publicidad. Es cierto que el Vaticano es una institución muy susceptible ante cualquier reinterpretación de sus obras pero también es cierto que esta campaña publicitaria sin tener en cuenta el contexto en el que fue sacada no es más que un simple homenaje a una obra del gran maestro Leonardo Da Vinci.

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