Motorola piensa en verde.

| domingo, 8 de febrero de 2009
Si bien podría parecer que la conocida marca de teléfonos móviles ha iniciado algún tipo de operaciones conjuntas de promoción con la cervecera Heineken, nada más lejos de la realidad. Motorola ha iniciado la fabricación de un nuevo terminal de telefonía móvil, el W233 que comenzará a comercializarse en nuestro país durante el primer semestre del presente año. Hasta aquí nada fuera de lo normal ni nada que motivara la inclusión de esta noticia en el blog. La particularidad de este modelo más allá de sus características técnicas reside en los materiales utilizados para su construcción, ni más ni menos que botellas de agua (de plástico) recicladas. De esta forma Motorola quiere tratar de reducir la huella de carbono que deja en el planeta en su actividad industrial.

Motorola, que antaño ostentaba el liderato del mercado europeo de móviles con el permiso de la otra gran marca, Nokia, ha tenido que ver como su popularidad y sus ventas caían. y es que Nokia supo moverse mejor y adaptarse a las necesidades de la sociedad así como encontrar espacios donde promocionar sus productos. Seguro que todos recordamos la aparición de los terminales Nokia en la saga Matrix por citar solo un ejemplo cinematográfico con un gran calado entre el público joven que, a la sazón, son los más ávidos consumidores de telefonía móvil. Por si los envites de Nokia no fueran poco, un recién llegado al mercado de la telefonía móvil reclama, y con fuerza, su cota de mercado Apple ha aterrizado en este mundo con el IPhone, un terminal que aporta conectividad a internet vía wifi, pantalla táctil, capacidad de ampliación de sus funcionalidades con widgets, etc. Ante este acoso Motorola ha reaccionado apelando directamente a la conciencia social y ha creado el primer móvil reciclado, el W233.

La maniobra de Motorola le ha salido a pedir de boca, ha conseguido repercusión en diferentes medios: radio, periódicos, blogs, etc. Todos coinciden en alabar las bonanzas de este nuevo móvil y en cómo esta empresa se preocupa por su entorno. Hasta aquí entiendo comparto y hasta admiro la iniciativa de Motorola, aunque veo algún punto débil en toda esta iniciativa. Si bien es cierto que el utilizar plástico reciclado para fabricar las carcasas de los teléfonos móviles supone darle un buen respiro al planeta, de todos es sabido que los componentes más contaminantes de un terminal móvil son aquellas relacionadas con su circuitería interna, cuyos materiales muchos de ellos metales pesados, no proceden precisamente del reciclaje.

Por tanto, me temo que en este caso Motorola se ha limitado a apuntarse al carro de la RSC enarbolando la ecología como razón de ser de su actividad empresarial, buscando una rápida repercusión de su acción en medios de comunicación, especialmente aquellos consumidos masivamente por jóvenes 8radio e internet) pero que por desgracia, a mi entender, se ha quedado solo en palabras bonitas sin una acción firme en defensa del ecosistema que las sustente.

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