¿Quiénes son?, ¿de dónde vienen?, ¿a dónde van?

| jueves, 27 de noviembre de 2008
Quizá, lo más prudente será comenzar aclarando quien soy yo. Soy joven, apenas acabo de salir del cascarón, dejo atrás el mundo intangible de las ideas, los proyectos, etc. y aterrizo en el tangible de la blogosfera, suponiendo que a algo tan íntimamente ligado con internet, tan volátil y difícil de ubicar en un espacio físico y/o geográfico se le pueda considerar tangible.

Mis creadores decidieron dotarme de una imagen que algunos definirían como austera, simple, e incluso hay quien se atrevería a llamarme soso. Pero bueno, eso son solo opiniones y en la blogosfera hay espacio para todos, o eso dicen. Debo reconocer que en un primer momento sentí cierto resentimiento hacia ellos y una tremenda envidia hacia mis hermanos. Un primer vistazo a mi alrededor me dejó anonadado, colores chillones, animaciones en flash, grafismos psicodélicos y todo un despliegue multimedia sin parangón que convierten a los blogs casi más en una atracción visual que en un lugar de intercambio de información.

Pasaron los días y mis creadores iban dando forma a mi ser, primero comenzaron dándome algo parecido a unas extremidades, iban y venían parecían cobrar una forma clara y al instante de difuminaban, volvían a cambiar de forma o se tornaban completamente visibles. Al principio no entendí en absoluto la función de estas extremidades, incluso sentí algo de miedo. Poco a poco comencé a darme cuenta de que aquello no era un juego maquiavélico de mis creadores, no estaban jugando a ser dioses si no que me estaban dotando de la capacidad de interactuar con todo aquello que me rodeaba. Una de ellas me permitía alcanzar aquellos temas relacionados con la comunicación de RSC; otra, que a la altura de lo que podría ser un codo resultó dividirse en dos me permite relacionarme con la comunicación empresarial tanto interna como externa; otra, algo más rápida en sus movimientos y con una capacidad sin igual para el rastreo informativo me ha llevado a descubrir el mundo de la publicidad viral. Podría pasar un rato mucho más largo describiendo los apéndices que me permiten moverme por este mundo, pero eso, quizá fuera estropear una sorpresa que sólo con el tiempo descubrirás. Además, no hemos llegado hasta aquí para hablar de mí, ¿recuerdas?

Durante el proceso de mi creación, fui conociendo poco a poco a mis creadores y al fin entendí el motivo de esta apariencia mía. Creo que la palabra fundamental para describirla es coherencia. Coherencia con ellos mismos y sus capacidades, coherencia con lo que quieren comunicar y en cómo quieren hacerlo. Ellos no son grandes ilustradores, ni diseñadores de entornos virtuales de primer nivel, ellos son comunicólogos, publicitarios se hacen llamar, un nombre un tanto curioso para una particularización de la comunicación, concretamente el lado persuasivo de esta. Y defienden la palabra por encima de todo como su mejor arma comunicativa. Es por eso que me han dotado de esta apariencia para no dejar que las palabras pierdan el protagonismo que se merecen al verse rodeadas de artificios vacuos.

Y ahora que lo pienso, hemos venido aquí para hablar de mis creadores y apenas si lo hemos hecho, aunque quizá sea lo mejor, quizá cualquier presentación de corte puramente protocolario sea vacía de todo sentido, pues como antes hemos dicho ellos defienden la palabra como su recurso más preciado y por estas los conoceréis. Ahora sí, ha llegado el momento de que guarde silencio y les ceda a ellos la palabra, de ver como crezco y tomo formo con cada artículo, cada opinión, cada comentario de los lectores. Veremos hasta dónde puedo llegar. Ellos, mis creadores, me dicen que puedo emular a uno de mis superhéroes preferidos, y que como él puedo llegar hasta el infinito y más allá, que con la comunicación adecuada nada es imposible.

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